Pérez Esquivel cree que en Argentina no hay voluntad política de respeto a los pueblos originarios

El Premio Nobel de la Paz afirmó que el Gobierno argentino tiene una
mirada acotada de los derechos humanos y remarcó que el modelo
extractivo avanza con represión. Se autodefine como "militante por los
derechos humanos". Y deja en segundo plano el Premio Nobel de la Paz,
con el que fue reconocido en 1980. Adolfo Pérez Esquivel comenzó su
militancia en 1971, dos años después fundó el periódico "Paz y
Justicia", espacio de encuentro para organizaciones y militantes. En
1975 participó de la creación de la Asamblea Permanente por los
Derechos Humanos (APDH) y, entre 1977 y 1978, estuvo preso en
Argentina por orden de la dictadura militar. Desde la década del 70
acompaña a los pueblos indígenas de América y, desde 2010, tuvo activa
participación en el acompañamiento de la comunidad qom de Formosa
Potae Napocna Navogoh (Puño de oso hormiguero – La Primavera).

"El gobierno nacional no quiere solucionar el conflicto, prioriza a
sus aliados provinciales", resume sobre la situación en Formosa y no
le escapa a la mirada global del modelo extractivo (minería, soja):
"Los pueblos dicen no a esas actividades, por ejemplo Esquel o
Andalgalá, pero el gobierno les dice sí a las empresas porque prioriza
el interés económico por sobre la vida del pueblo". Pérez Esquivel
advierte sobre la mayor represión sobre quienes se oponen al modelo
extractivo, denuncia que el INAI "no trabaja para los pueblos
originarios, sino para los intereses de los gobiernos", cuestiona que
el kirchnerismo acota los derechos humanos al periodo 76-83 y descree
que el nuevo Secretario de Derechos Humanos (Martín Fresneda) acompañe
a las actuales víctimas de la represión.

- Félix Díaz sufrió la última semana un "accidente" en Formosa. Lo
rozó una camioneta cuando iba en moto y terminó en el hospital. Díaz
aseguró que no fue un accidente.

Hablé con Félix. Es terrible lo de Formosa, un gobierno feudal que
atenta contra todo aquel que exija sus derechos. En muchas provincias,
sucede lo mismo en Salta y Neuquén, los gobiernos hacen lo que
quieren, no reconocen los derechos de los pueblos originarios y esto
tiene relación directa con las políticas del gobierno nacional.

- ¿Qué políticas del gobierno nacional?

La política de no reconocimiento de los pueblos originarios. Un
ejemplo claro es el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), no
trabaja para los pueblos originarios, sino para los intereses de los
gobiernos, ya sea de las provincias o Nacional, pero no para el
desarrollo de los pueblos originarios.

- Usted vivió de cerca la conformación de la mesa de diálogo por la
comunidad La Primavera, a fines de 2010.

Fue lamentable la política del Gobierno para con el Pueblo Qom de
Formosa. No reconoció a Félix Díaz como líder qom a pesar de que la
comunidad lo eligió por amplia mayoría. Permitió el avance de Parques
Nacionales sobre la comunidad y encima terminó suspendiendo la mesa de
diálogo.

-¿Por qué un gobierno que ha demostrado sensibilidad con los derechos
humanos y que ha tomado esa bandera toma la decisión de no respetar
los derechos de los pueblos indígenas?

El gobierno nacional no tiene sensibilidad, tienen interés político en
los derechos humanos que abarcan el periodo 1976-1983. Ni siquiera
aborda lo actuado por la Tripe A. El Gobierno no quieren entender de
derechos humanos de antes del 76 ni posterior al 83. La política de
derechos humanos está restringida a la última dictadura militar.

- ¿Cómo debieran entenderse los derechos humanos?

Nosotros entendemos los derechos humanos desde su integralidad, lo que
claramente debe incluir los derechos de los pueblos originarios, los
derechos de quienes luchan contra la minería. Por eso no entiendo un
proyecto que se dice "nacional y popular" y no aborde esas
situaciones. En cuanto a derechos humanos, hay más discursos que
políticas.

- En el marco del juicio por fumigaciones del Barrio Ituzaingó Anexo
(Córdoba) usted dijo que el modelo agropecuario viola derechos humanos
fundamentales. Algo similar dijo Nora Cortiñas (Madres de Plaza de
Mayo Línea Fundadora)…

Es que no se puede entender de otra manera. Es no respetar a
poblaciones enteras, no respetar culturas, devastar el ambiente,
cambiar la forma de vida de las comunidades y provocar enfermedades
son claras violaciones a los derechos humanos. No comprendo que se
pueda entender de otra manera. Los pueblos dicen no a esas
actividades, por ejemplo Esquel o Andalgalá, pero el gobierno les dice
sí a las empresas porque prioriza el interés económico por sobre la
vida del pueblo.

-¿Por qué otros organismos de derechos humanos no denuncian el extractivismo?

Hay dos cuestiones. Muchos organismos provienen del drama de la última
dictadura. Justicia por esos hechos es su objetivo último, y está
bien, no lo digo como crítica. Y también hay otros organismos de
derechos humanos que no denuncian la violencia actual porque son
aliados del Gobierno y reciben fondos del Gobierno. Son opciones.
Nosotros estamos convencidos de que las políticas de derechos humanos
son integrales. Sin hay niños muriendo de hambre, no hay respeto a los
derechos humanos. Y en Argentina mueren chicos de hambre. Hace dos
semanas estuve con médicos de Córdoba que relataban con tristeza la
cantidad de chicos desnutridos que hay.

- Más allá de los gobiernos, la misma opinión pública o la misma
sociedad pareciera que hay una negación respecto a los derechos de los
pueblos indígenas. Un ejemplo, cuando asesinaron a Mariano Ferreyra
hubo 50 mil personas en Plaza de Mayo. Cuando mataron al qom Roberto
López no había más de 600 personas frente a la Casa de Formosa.

En Argentina hay una negación histórica y cultural hacia los pueblos
originarios, no se los reconoce, hay una enorme discriminación hacia
los pueblos originarios. La Argentina no mira sus raíces, sigue el
discurso de que "somos un país de inmigrantes", cuando en realidad esa
es sólo una parte de la historia. Es tanta la discriminación que hasta
las universidades públicas nacionales, de Formosa y La Plata, le sacan
tierras a comunidades originarias.

- El respeto a los derechos de indígenas y campesinos es uno de los
puntos más débiles del Gobierno. ¿Qué expectativa tiene para los
próximos años?

Son asignaturas pendientes. Y lamento decir que no tengo expectativa
de que este Gobierno cumpla con las comunidades originarias y con los
campesinas.

- ¿Por qué?

Porque no hay políticas que vayan más allá del periodo 76-83.

- ¿Y con el nuevo Secretario de Derechos Humanos (Martín Fresneda)? Es
hijo de desaparecidos, proviene de la militancia y conoce de cerca las
consecuencias del modelo de agronegocios en Córdoba.

Lo conozco, me vino a ver. Hasta ahora no ha hecho absolutamente nada
por los pueblos originarios. No tengo expectativa que haga cumplir los
derechos humanos en su integralidad. No lo veo. Si en el futuro lo veo
en hechos concretos, lo diré de inmediato. Pero este Gobierno ni
siquiera tiene diálogo con los pueblos originarios. El INAI juega
contra las comunidades, el INADI (Instituto Nacional contra la
Discriminación) ni juega. El gobierno nacional y los provinciales,
como el de Formosa, juegan al desgaste duro.

- ¿Desgaste duro?

Reuniones que no resuelven nada, sin avances. Un día, junto a Félix
(Díaz) estuvimos desde las 17 hasta las 2 de la mañana en la mesa de
diálogo con el Gobierno. Y (Florencio) Randazzo (ministro del
Interior) nos decía "somos un país federal, no podemos meternos en la
provincia". ¡Por favor! ¡Somos grandes como para que nos digan eso! El
gobierno nacional no quiere solucionar el conflicto, prioriza a sus
aliados provinciales. La verdad es que no hay avances porque en el
Gobierno no hay voluntad política de respetar a los pueblos
originarios. Es duro, pero no me lo contaron, lo viví.

- ¿El "desgaste duro" incluye represión?

El avance de la soja y de la minería incluye amenazas, persecuciones y
claro que incluye represión. Sólo hay que mirar Formosa, Santiago del
Estero, Catamarca, La Rioja. Y es claro que los gobiernos provinciales
que reprimen son aliados del gobierno nacional. Exigimos que se deje
de perseguir y de reprimir a quienes luchan, pero no somos optimistas
en ese sentido. Ver a La Cámpora haciendo campaña contra Félix (Díaz),
y apoyando al que apadrina Gildo Insfrán, no es como para esperar un
cambio positivo.

- La Cámpora, con el actual diputado Andrés Larroque al frente, fue
quien desalojó a los Qom de Avenida de Mayo y 9 de Julio en mayo de
2011.

Recuerdo ese desalojo. La Cámpora como fuerza de choque contra los
pueblos originarios.

- Por sus críticas lo van a acusar de "hacerle el juego a la derecha".

No me pueden correr con eso. El juego a la derecha lo hacen quienes
miran para otro lado. Nosotros denunciamos injusticias porque queremos
un país mejor, para todos y con verdadero respeto por los derechos
humanos, de todos. Y siempre, desde hace décadas, estamos del lado de
los que sufren. En este caso estamos junto al Pueblo Qom. ¿De qué lado
está La Cámpora? ¿De qué lado está el Gobierno?

Fuente: http://odhpi.org/2012/08/perez-esquivel-no-hay-voluntad-politica-de-respetar-a-los-pueblos-originarios/

Comments

Popular Posts

Nativamerica 2023 | nativamerica@mail.com